Idoia Iturri es una bailarina navarra con una historia de superación que inspira a todo aquel que la conoce. Su camino en la danza es una prueba de que, cuando el arte y la pasión se entrelazan, no existen límites para la creatividad y el esfuerzo.
A pesar de estar en silla de ruedas, Idoia encontró en la música y la danza una forma de expresión única. En sus propias palabras, “la música me salvó la vida”. Con esta frase, resume una historia llena de fortaleza, en la que cada movimiento es un acto de valentía y cada presentación, un mensaje de motivación.
Danza y educación: una herramienta para enseñar valores
La historia de Idoia Iturri nos recuerda la importancia de integrar la danza y la música en la educación, no solo como asignaturas artísticas, sino como vehículos de valores y superación personal. A través de sus coreografías y actuaciones, Idoia muestra a los niños y niñas que cualquier meta es alcanzable con esfuerzo y pasión.
En el Colegio Público de Hurchillo, impulsamos la idea de que otra escuela es posible, una escuela en la que las artes juegan un papel central en la formación integral de los estudiantes. Con historias como la de Idoia, buscamos inspirar a las nuevas generaciones a entender que la inclusión y la diversidad son fundamentales para construir una sociedad más justa y humana.